Cornadas subvencionadas

Hace unos años se produjo un accidente en la fiesta que celebraba anualmente el alumnado de la Escuela de Arquitectura. Era la única que se hacía dentro del propio edificio, y un chaval se cayó desde cierta altura. Acabó en la UCI, aunque tengo entendido que al final mejoró bastante rápido. El suceso provocó que se acabara con la tradición de esas fiestas en el edificio y todo el mundo lo entendió.

Es un ejemplo como cualquier otro: seguramente podáis conocer otros casos en los que ha habido heridos graves o muertes en eventos festivos que hayan llevado a su cancelación o al menos a la toma de medidas relevantes.

Ese tipo de reacciones, que parecen de lo más lógico (¿cómo seguir de fiesta cuando pasa algo trágico?) no son comunes en otro tipo de festejos. Es más, se pagan grandes cantidades de dinero público para generar situaciones altamente peligrosas y, por tanto, se asume como algo normal que se produzcan heridos. Al día siguiente, se repite. Por ejemplo, en Peñafiel un día hieren por asta de toro a dos mozos, y lejos de suspenderse las fiestas, continúan para que otro novillo pueda cornear a una chica tras saltarse la valla (visto lo visto en Tafalla, parece que están en buena forma los bichos). Continúa en estado grave.

El Norte de Castilla, periódico de mayor tirada por estos lares, rellena un generoso porcentaje de sus páginas veraniegas con los festejos de las localidades de la provincia. Dentro de los mismos, destacan (sobre todo en cuanto a presupuesto público) los espectáculos taurinos. Como he dicho antes, como los heridos se presuponen, la noticia en muchos casos es la ausencia de los mismos, como ocurría hace dos años en la misma localidad. Tan natural es, que el relato periodístico continúa como si tal cosa contándonos como prosiguió la celebración, con entrañables anécdotas:
"Una manada compuesta por seis novillos y seis cabestros protagonizó el encierro celebrado por la mañana en Peñafiel en el que la anécdota la puso uno de los mansos. El animal quedó rezagado de sus hermanos volviendo sobre sus pasos en una parte del recorrido. Pero sin más novedad, finalmente el buey alcanzó la Plaza del Coso apenas tres minutos después que sus hermanos."
No habríamos podido vivir sin saberlo. En la otra noticia, junto a la sangrienta crónica nos adjuntaban el programa de las fiestas para ese día, por si nos animábamos a vivir la experiencia de los dos mozos corneados.

¿Tiene algún sentido que las administraciones públicas se gasten un pastizal en campañas por la seguridad en la carretera y a la vez también aflojen la cartera para organizar eventos que, salvo excepciones, acaban con heridos? Vamos, que es perfectamente posible que a alguno de los mozos que se desplace desde Berriozar a Pamplona a primera hora de la mañana para correr el encierro le caiga una multa por ir sin el cinturón. Eso sí, chaval, tú ponte delante de una manada de toros entre cientos de personas, que a esta te invita el Ayuntamiento. ¿Me lo explican?

Comentarios

A bloguear ha dicho que…
Pues no pides tu nada.que te lo expliquen...
Anónimo ha dicho que…
yo se lo explico: ir sin cinturón es imprudente, pero correr delante de un toro, varonil.


mitxel
Pablo ha dicho que…
mi improvisada e humilde aportacion al 29-S desde el extranjero:

http://tunantesdeayer.blogspot.com/2010/09/el-29-ese.html

saludos!
Basilio Pozo-Durán ha dicho que…
Gracias por la acogida y saludos a todas/os las/os compañeras/os de IloveIU

Campaña “Jubilación a los 67. Cuenta atrás”:
http://basilio-pozo-duran.blogspot.com/2010/12/jubilacion-los-67-quedan-40-dias.html