¿Qué tiene UPN que no tenga yo?

1. Imaginen un país cualquiera del sur de Europa. En él gobierna un partido de los denominados socialistas, en minoría, con apoyos parlamentarios de diversas fuerzas. Ese país, a su vez, se subdivide en varios territorios dotados de un gobierno propio, la mayoría gobernados bien por el partido del gobierno central o por su principal opositor conservador; en algunos, sin embargo, gobiernan otros partidos menores que se circunscriben a ese ámbito territorial.

Supongamos que hay elecciones en dos de esos territorios. En uno de ellos ha gobernado ese partido socialista durante breves períodos de tiempo, pero ha tenido mayoritariamente gobiernos conservadores, de una fuerza regionalista aliada con los conservadores, muy tradicionalista. En los últimos años ha realizado una oposición muy dura hacia el gobierno central. Pero en esta última cita, aunque la fuerza conservadora es la vencedora, los socialistas pueden constituir una nueva mayoría con otras fuerzas de izquierda y de orientación nacionalista progresista.

En la segunda, ha gobernado desde siempre una fuerza conservadora nacionalista, pero en ocasiones en cogobierno con los socialistas. La relación con el partido nacionalista ha sido variable, con momentos de encuentro y de confrontación; en lós últimos años, ha habido importantes diferencias en los temas relativos al territorio en cuestión, pero es uno de los apoyos fundamentales en el Parlamento central. En estas últimas elecciones, aunque la fuerza vencedora es la nacionalista, los socialistas podrían constituir una nueva mayoría, pero apoyados por fuerzas conservadoras y centralistas.

En una de ellas la decisión será dejar gobernar en minoría a la fuerza mayoritaria y en la otra hacerse con el poder con el apoyo de otros grupos. ¿Adivinan en cuál?

2. Ahora ya sin suposiciones: ¿por qué todo el mundo da por hecho que Patxi López será lehendakari? Al menos en los medios de difusión estatal ayer los titulares eran los de "cambio en Galicia y Euskadi", al mismo nivel. Desde luego, ha habido novedades importantes, el resultado del PSE es muy significativo y merece ser reseñado. Y, por supuesto, que llegue a lehendakari es una opción legítima, pero no es un hecho. Podemos destacar algunas claves:
  • Se habla de una caída del tripartito, a pesar de que, en escaños, las tres fuerzas que lo formaban aumentan uno. Habría que analizar por separado el ascenso del PNV en solitario y el batacazo de EA y EB-B, pero la anterior coalición de gobierno no pierde peso, sino que mejora un poco.
  • No hay tampoco un gran vuelco en votos del lado "constitucionalista" (por entendernos). Como bien se señala hoy en Público, la suma de votos de PSE, PP y el recién llegado UPyD es prácticamente igual a la que obtuvieron PP y PSE en 2005. Solo que mejor repartidos. Y si tuviéramos en cuenta a Unidad Alavesa, hasta habrían perdido una parte. Cabe preguntarse, en relación con esto, por qué el PNV jamás ha intentado reformar un sistema electoral que, además de claramente injusto (da 25 escaños por territorio, a pesar de que unos están mucho más poblados que otros), le perjudica seriamente.
  • Parece claro, por tanto, que el vuelco, más que en los resultados, se produce en el reparto de escaños. La no presencia de la izquierda abertzale tradicional (hay que saludar y felicitar a Aralar) ha favorecido las posibilidades de cambio.
3. A partir de ahí, el reparto de escaños es el que es, y cualquier fórmula que sume 38 o más en la sesión de investidura es válida y legítima. La pregunta es, volviendo al principio, ¿por qué está tan claro que el PSE buscará (y obtendrá) el apoyo de PP y UPyD? Más aún cuando pretende un gobierno en solitario. ¿Qué pasaría si el PP y UPyD exigen, legítimamente, entrar a formar parte del mismo?

Se podría pensar que, aunque el PSE se negara, ninguna de esas dos formaciones le negarían su voto en la investidura. Tiene las manos libres: ¿cómo iban a explicar a su electorado que han dejado seguir gobernando a Ibarretxe por un quítame allá esas consejerías?. Parece razonable, así que Patxi Lehendakari.

Pero, por esa misma regla de tres, Puras habría tenido manos libres con IU y NaBai hace casi dos años. Ambos pujaban por entrar al gobierno, pero la negociación, según la versión oficial, encalló y dio al traste con la presidencia del socialista. ¿Se habrían negado las otras fuerzas a apoyarle aunque estuviera en solitario? Supongo que igual de difícil habría sido explicar para ellos la continuidad de UPN que para el PP la de PNV a sus votantes vascos. Ferraz fue decisivo.

Todo hace pensar, sin embargo, que esta vez será distinto. Pero la decisión no es tan sencilla, puesto que el PSOE se juega bastante con esto:
  • Quizá no todos sus votantes vascos vean bien que, en los próximos cuatro años, la acción de su gobierno tenga que pasar el filtro del apoyo parlamentario popular. Gobernar una Comunidad va más allá de la cuestión nacional y veremos qué políticas puede sacar adelante con esos apoyos. Y, desde luego, la guinda la pone UPyD que, aparte de sus peculiaridades, en Euskadi lleva el sabor del transfuguismo y la "traición". ¿Dejará el PSE que le condicione Rosa Díez?
  • El apoyo del PNV en el Parlamento quedaría seriamente comprometido. ¿Puede Zapatero aguantar, en este contexto de crisis, hasta 2012 en una situación tan precaria?

4. Lo que seguramente termine por inclinar la balanza es un dato que casi parece haber pasado desapercibido: el histórico resultado del PNV. Desde la escisión de Eusko Alkartasuna no habían conseguido alcanzar en solitario la treintena de escaños (aunque ha de tenerse en cuenta, de nuevo, la ausencia de Batasuna). Los jeltzales demuestran una solidez electoral imprevista que hace poco previsible que, a pesar del gran ascenso socialista (hace diez años se situaban por detrás de Euskal Herritarrok), estos consigan darles el sorpasso. Eso solo lo lograron en la época de máxima fragmentación del voto nacionalista.

Parece, por tanto, que la única opción de desbancar al PNV de la lehendakaritza a corto y medio plazo pasa por desbancar a la fuerza mayoritaria mediante un pacto amplio. Quizás la presión anti-Ibarretxe de los medios y buena parte de la opinión pública española acabe por pesar en la decisión final.

P.D.: Cortesía de Vergara.

Comentarios

inesika ha dicho que…
Me gusta el paralelismo que haces entre las situaciones de Navarra hace dos años y el País Vasco ahora. ¿Por qué no en Navarra y sí en el País Vasco? No lo sé seguro, pero me da que el PSE es más independiente del PSOE federal que el PSN. Éste último tenía prácticamente forjado el pacto con IU y NaBAi, cuando el federal se lo echó para atrás. Por otro lado, las elecciones navarras se llevaron a cabo sólo unos meses antes de las generales, las vascas tres años antes de las próximas generales...
inés
Juan ha dicho que…
De acuerdo solo en parte. El PSE sí es más independiente que el PSN, pero en este caso no hay enfrentamiento; no se trata de que López sí se haya conseguido imponer a Ferraz como, inútilmente, intentó Puras.

Pero el tema de la cercanía de las generales funciona en este caso al revés. Pactar con NaBai y lo que podría haber supuesto a nivel mediático quizás habría influido negativamente en el resto del país para el PSOE. Pactar contra Ibarretxe, sea con quien sea, más bien le da alas. En este caso el peligro son las consecuencias indirectas, como perder el apoyo del PNV en Madrid y no poder sacar los presupuestos de 2010.

Esto puede tener más consecuencias de lo que parece: igual tenemos elecciones anticipadas, tanto vascas como generales.
Anónimo ha dicho que…
Plas, plas, plas,... (aplausos).

Muy buen análisis, Juan. Comparto mucho de lo que planteas. De hecho, sobre Navarra Oriental y Occidental y estas similitudes y diferencias alguna cosilla ya había insinuado yo por aquí, aunque sin tantos datos y casuística (porque, evidente, no los había: no se habían producido las elecciones).

Esperar y ver...
Anónimo ha dicho que…
Has sido premiado con una limonada. Felicidades ;-)
Bender ha dicho que…
Genial análisis de la situación post-electoral en la Comunidad Autónoma Vasca Juan. Zorionak!